El ahorro de energía se ha convertido en una prioridad para muchos hogares. Con el importante incremento del precio de la energía unido a un aumento en el consumo, la llegada de la factura de la luz es cada vez más temida.
¿Por qué ha aumentado el gasto energético?
Nuestro gasto de luz es cada vez mayor debido a dos factores principales. Primero cada vez tenemos en casa más aparatos electrónicos y electrodomésticos, con lo que el consumo aumenta; mucho más en épocas como el verano o el invierno donde hacemos uso del aire acondicionado o de calefacción eléctrica. En segundo lugar, el coste de la energía (kWh) ha ido aumentado en los últimos años. Esto ha sido debido tanto a razones climatológicas (menos lluvias y viento) que han hecho que se tenga que recurrir a fuentes de energía más caras (gas o carbón); así como a aspectos relacionados con la regulación de su precio por el gobierno.
Entonces, ¿cómo podemos conseguir ahorrar energía?
Sobre el precio de la energía los consumidores poco podemos hacer. Sin embargo sí que podemos tomar una serie de medidas relacionadas con nuestros hábitos de consumo y uso de aparatos eléctricos para conseguir ahorrar energía y rebajar la factura de la luz.
- La iluminación suele suponer un gasto alto de energía en una casa. Para reducir el consumo energético podemos hacer uso de bombillas led que consumen mucho menos y son más eficientes que las bombillas halógenas, que de hecho ya no pueden fabricarse según la normativa europea, aunque sí comercializarse.
- Existen comercializadoras energéticas que nos ofrecen mejores precios a ciertas horas del día o un número de horas a la semana. Podemos aprovechar estas horas para poner ciertos electrodomésticos como la lavadora, secadora o lavavajillas.
- Utilizar electrodomésticos de alta eficiencia energética. Los electrodomésticos deben comercializarse con su correspondiente “etiqueta energética” que nos permite identificar los equipos más eficientes (A+++).
- Ciertas aplicaciones en domótica nos permiten controlar de manera más eficiente los aparatos eléctricos de nuestra casa como la calefacción y la refrigeración, aumentando el nivel de confort al tiempo que reducen el gasto.
- Mejorar el aislamiento térmico de la vivienda. Instalando ventanas y puertas que aíslen térmicamente la vivienda, así como utilizando sistemas accesorios para mejorar la eficiencia energética (toldos, persianas, cortinas, etc.).
- Apagar por completo los aparatos eléctricos. Un aparato en stand by (la lucecita roja de la televisión) consume energía.
El ahorro de energía no es sólo cuestión de dinero
Evidentemente reducir nuestro gasto en energía supone ahorrar dinero, sin embargo, ese no debe ser el único motivo que nos mueva a ser más cuidadosos con el consumo energético que hacemos. El impacto medioambiental que tiene el uso de energías no renovables es muy alto, ya que son la causa principal del incremento de CO2 en la atmósfera, el calentamiento global y el cambio climático. Teniendo esto en cuenta otra medida adicional para ahorrar energía y proteger el medio ambiente es instalar paneles solares en nuestro hogar. Con la energía solar térmica podemos conseguir agua caliente sanitaria y/o climatización. Pero también tenemos la opción de instalar placas solares fotovoltaicas para convertir la energía solar en electricidad.
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